Berlín, una ciudad que resurgió de las cenizas y en la actualidad es uno de los principales destinos a incluir en un viaje por Europa. Moderna, con mucha oferta cultural y de ocio, pero también cargada de muchísima historia, es imperdible. Si deciden visitar la capital alemana, les recomendamos alojarse en el hotel en el que estuvimos: Hotel Rotdorn.
Este hotel familiar es una excelente opción para descansar después de un día recorriendo Berlín. Se ubica en el exclusivo distrito Charlottenburg y está muy bien conectado con las principales atracciones de la ciudad gracias al tren.
El Hotel Rotdorn funciona en una mansión del 1920 con distintas habitaciones, apartamentos o bungalows, completamente equipados para tener una estadía muy cómoda. A pesar de estar cerca del centro de la ciudad, la zona es muy tranquila y silenciosa, además de tener un jardín ideal para disfrutar del aire libre.
Nuestra habitación, por ejemplo, además de ser enorme y tener TV, escritorio, frigobar, tenía una mesa y cocina. Ideal si quieren ahorrar algunos euros durante su viaje.
La ambientación de este hotel es maravillosa. Desde los espacios comunes hasta las habitaciones, todo está completamente decorado con cuadros, estatuas y mobiliario que te transporta al pasado. Si les gusta sacar fotos, este hotel les va a encantar.
El desayuno es buffet y muy variado. Hay opciones tanto dulces como saladas. El espacio para disfrutar el desayuno es muy luminoso y por supuesto, con una decoración bellísima, al igual que todo el hotel.
Como les contamos, es un hotel familiar, por lo que la atención es súper cálida y el personal está atento a lo que uno necesita durante toda la estadía. Si quieren saber más sobre este hotel, pueden hacer clic aquí.